Cómo calmar la ansiedad infantil con comida real (y sin azúcar)
Los niños también sienten estrés, solo que lo expresan diferente.
A veces creemos que están inquietos, irritables o “de mal humor”, pero muchas veces lo que ocurre es que su cuerpo está pidiendo equilibrio.
El exceso de azúcar, ultraprocesados y cenas tardías puede alterar su descanso, su humor y hasta su concentración. Y no se trata de prohibir ni de crear listas interminables de lo que “no deben comer”. Se trata de aprender a alimentar con calma, usando ingredientes reales que nutran el cuerpo y también la mente.
Empieza con pequeños cambios.
Evita los zumos industriales y las galletas llenas de azúcar; prueba con agua infusionada con frutas o un puñado de frutos secos naturales.
Incorpora alimentos ricos en magnesio y triptófano como el plátano, la avena, el yogur natural o las almendras.
Estos ingredientes ayudan al cuerpo a producir serotonina, la hormona del bienestar, que regula el estado de ánimo y mejora el sueño.
También ayuda mantener una rutina simple. Comer a la misma hora, sin pantallas, en un entorno tranquilo, da al sistema nervioso de los niños una sensación de seguridad que se traduce en calma.
Y si necesitas ideas rápidas, aquí van tres recetas que funcionan incluso en los días más caóticos:
1. Batido “calma-todo”
Mezcla leche vegetal, plátano, avena y una pizca de canela. Es cremoso, dulce y los deja saciados sin azúcar añadido.
2. Mini energy bites
Combina avena, dátil, mantequilla de almendra y cacao puro. Haz bolitas y guarda en la nevera: duran toda la semana.
3. Tostadas de aguacate con huevo duro
La mezcla perfecta de proteínas y grasas buenas para mantenerlos llenos y tranquilos.
La ansiedad infantil no se cura con suplementos ni prohibiciones.
Se alivia con presencia, rutina y comida real.
Y aunque el cambio no sea inmediato, con cada pequeño gesto les estás enseñando algo mucho más grande: que comer bien también es una forma de quererse.
by Karen Featherston
Chef & Brand Developer · Gastro Hood